El origen de pintar las casas o los edificios de color blanco es una tradición que se remonta a la época romana pero se popularizó en el S XVIII y XIX cuando las autoridades recomendaron la cal para evitar la propagación de enfermedades y epidemias. Cádiz era un gran productor de cal y lo distribuía por todo andalucía. La cal ha estado desde entonces asociada a la pulcritud, a la limpieza, a la higiene y a la renovación. Era costumbre que cuando una persona moría se pintara la habitación con cal como una costumbre de renovación e higiene, incluso en alguna ocasión era costumbre en el mes de noviembre en el mes de los difuntos que se calaran algunas tumbas. En un artículo que he leído en El País cuentan como una mujer a la que entrevistan cuenta como los viernes, en víspera del fin de semana, las vecinas salían a repasar la fachada de sus casas.
Esta costumbre de blanquear las paredes ha cambiando a lo largo de los siglos. En el Siglo XX se han empezado a utilizar nuevos materiales para el blanqueamiento que competían directamente con los productores de cal. De igual forma las paredes de color blanco y sus fachadas forman ya parte del paisaje natural de Andalucía. Durante el franquismo se hizo popular la Ruta de los Pueblos Blancos que recorre pueblos gaditanos y malagueños.
Aquí tenéis un mapa de la ruta. Link del Mapa